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sábado, 21 de febrero de 2009

¿Es Ferrari el equipo más exitoso del mundo?

Los autos rojos de Maranello han ganado ocho de los últimos diez campeonatos de constructores – y es un argumento convincente para que la Scuderia sea considerada el mejor equipo en la historia …

“Dedicación individual para un esfuerzo grupal – eso hace que un equipo funcione, que una compañía funcione, una sociedad funcione, una civilización funcione”
Vince Lombardi.

A principios de 1959, Vince Lombardi de 45 años, aceptó el puesto de primer entrenador de los Empacadores de Green Bay en la NFL. Al llegar a las temperaturas bajo cero de Wisconsin, con vientos helados golpeando desde el lago Michigan, no pudo autoengañarse sobre la tarea que enfrentaba: los empacadores habían ganado sólo un juego en la temporada de fútbol americano de 1958.

De las aún ardientes cenizas de un año desastroso, comenzó a inculcar disciplina, una ética inigualable de trabajo y la devoción al equipo sobre todas las cosas. Diez años después, tenían cinco campeonatos NFL – y dos Súper Tazones. Ningún equipo se ha acercado a su record y ahora Lombardi es conocido como el mejor entrenador de la historia.

Aunque el deporte individual es diferente, los principios para lograr un éxito deportivo no lo son tanto. Son, como Lombardi sabía, universales. Quedamente, lejos del bullicio del público por el campeonato de pilotos, la F1 fue testigo de cómo su propia dinastía sobresaliente tomó forma en la última década.

El título de constructores no significará mucho para los millones de observadores, pero para un equipo lo es todo: la prueba de que reunieron un reto a dos autos más fuerte que cualquier otra oposición; una hazaña que no puede ser trabajo de un solo piloto talentoso. Un equipo tiene ocho de las últimas diez coronas de constructores – una carrera dominante frustrada sólo por las regulaciones del 2005 y por una falla fuera de tiempo en el Gran Premio japonés del 2006.

Ese equipo es Ferrari. Su récord de éxitos es inigualable en la historia de la Fórmula Uno y esos ocho autos demostraron ser los más rápidos y confiables en las temporadas en que ganaron. De una forma inevitable, esta remarcable carrera comenzó bajo una nube de controversias. Ambos Ferrari F399 se descalificaron de la penúltima ronda de la temporada 1999 en Malasia, debido a deflectores laterales más grandes de lo permitido. La decisión la anulo seis días después la Corte de Apelación de la FIA, reincorporando a Eddie Irvine y Michael Schumacher en el primer y segundo lugar respectivamente.

Ferrari se llevó el segundo y tercer lugar en la siguiente ronda, en donde se decidió el título en Japón, para ganar su primer título de constructores desde 1983 (aunque Mika Häkkinen le ganó a Eddie Irvine la corona de pilotos).

Irvine fue el hombre principal en 1999, después de que Schumacher se rompiera la pierna en Silverstone; pero el 2000 marca el inicio de los años dominantes de Schumi. Ferrari se llevó ambos títulos ese año y no los soltó hasta la temporada del 2005, cuando Bridgestone no estuvo a la altura de la regla “una llanta por carrera”.

Entre 2000 y 2005, Ferrari se llevó 51 de las 85 posibles posiciones pole y ganó 57 carreras, un increíble 67% del máximo. Los 990 puntos del equipo incluyeron 23 finales uno – dos. En pocas palabras, nadie más en la Fórmula Uno podía tocarlos: las actuaciones de Ferrari en 2002 y 2004 rivalizaron incluso con la famosa temporada McLaren de 1988, cuando se acercaron a un dominio total, pues ganaron todas las carreras, menos una.

Con frecuencia se critica a al F1 por su aislamiento, y no es extraño escuchar quejas de que una disciplina en donde los participantes “sólo se sientan y giran un volante” no es un deporte. Pero no te equivoques: el éxito de Ferrari en los últimos diez años no sólo es remarcable en la F1; no tiene competencia con ningún otro equipo deportivo del mundo. En Fútbol, Manchester United ganó seis de los últimos diez títulos Premiership: impresionante, pero no se acerca a la Scuderia. En el deporte de EUA, la puntuación más alta es 4 de 10 que se llevaron los San Antonio Spurs en la NBA. En comparación Ferrari fue el doble de bueno en la última década. En el fútbol mexicano se encuentran las Chivas del Guadalajara, equipo fundado en 1906 por lo tanto cuenta con 103 años de historia, dentro de los cuales se llevó el título en 11 ocasiones en campeonatos de liga, el primero lo ganó en los cincuentas y el último en el 2006, números fuertes pero tampoco se le acerca a la Scuderia.

Es mucho más increíble cuando consideras el reto de moldear a 1,000 personas en una unidad cohesiva, en lugar de una cuadrilla de unos veinte jugadores. Para cualquier equipo deportivo, lograr el éxito es algo difícil – basta con que le preguntes a cualquiera de los pilotos en los pits para confirmarlo.

Pero llegar al pináculo es sólo parte de eso; algo muy diferente es subir de nuevo después de haber caído, y hacerlo con nuevo personal en los puestos clave. En el 2005 y 2006, Renault consiguió ganarle a Ferrari ambas carreras y ni siquiera el talento al final de la temporada de Schumacher lo pudo evitar. Al final del 2006, Ross Brawn se fue al igual que el pentacampeón; aún así Ferrari peleó y se llevo de nuevo ambos títulos de la acalorada lucha por el campeonato en la temporada 2007.

Para el 2008, Stefano Domenicali remplazó a Jean Todt como director de equipo y, aunque la legendaria suavidad operativa se turbeó en ocasiones, ganaron con lo que fuera el auto más rápido – aunque su inhabilidad de generar suficiente temperatura en los neumáticos hizo que los pilotos actuaran de forma muy inconsistente. Pero 13 vueltas más rápidas en 17 carreras marcaron el paso, aunque no fue desbloqueado con tanta frecuencia como Ferrari hubiera querido.

Los triunfos de las dos últimas temporadas demuestran ser más que una repetición de los días Schumacher, porque se lograron con una generación fresca de líderes acicalados dentro del equipo. Felipe Massa pasó de ser un joven alocado a un serio contendiente por el campeonato, mientras de Kimi Räikkönen seguía teniendo velocidad para el éxito – si encontraba respuestas a sus congojas en las clasificaciones del 2008.

Stefano Domenicali guía con calma y un toque del entrañable estilo latino que estuvo ausente en el régimen anterior. En contraste, con una institución como el Manchester United tiembla ante la perspectiva de vida con el manager Sir Alex Ferguson; de igual forma; McLaren no ha corrido bajo el ojo vigilante de Ron Dennis desde el pitwall.

El 2008 fue un cierre con broche de oro para la década dominante de Ferrari gracias a las similitudes de 1999: McLaren se llevó el título de pilotos (su primero en una década), mientras que Ferrari salió airoso con la corona de constructores. Ambos se pueden llamar igual, campeones mundiales; pero en esta ocasión aunque algunas controversias surgieron por las decisiones de los oficiales, no hubo ningún deflector que apuntara hacia una clara preferencia por el equipo escarlata: el componente ahora esta sentado en un pedestal en las oficinas parisinas de la FIA, al ofrecerlo Maranello como un regalo irónico a la federación.

El ojo cínico lo verá como una buena reiteración de la década dominante de la Scuderia. O quizás tan sólo explica indica que cuando se trata de historia, romance y éxito, ningún equipo se podrá comparar, hasta ahora, con Ferrari.
Fuente: F1 Racing.
Video Ferrari

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