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lunes, 26 de enero de 2009

Alcanza los 320 kms/hr con la máquina más extrema en la historia. Mercedes AMG SL65 Black Series.

El mundo de los súper autos le dio vuelta al 2008. Mientras Ferrari persigue un Mercedes SL con su nuevo coupé cabriolet, Mercedes se deshizo del toldo duro por un techo de fibra de carbón para crear un SL65 AMG Black Series: un asesino del Nürburgring que es más poderoso y 54 mil dólares más caro que el Ferrari más costoso.

El biturbo V12 del Black Series produce 670 hp, alcanza los 100 kms/hr en 3.9 segundos y llega a una velocidad máxima de 320 kms/hr. Sólo se ensamblarán 350 en el cuartel Affalterbach de AMG, así que más vale juntar rápido los 450 mil dólares de su precio de lista.

PRIMERO EL CONTEXTO
Es el día previo a la rueda de prensa del Autoshow de Ginebra, marzo 2008. Se sienta a la cena Friedrich Eichler, antes de Porsche , ahora jefe de motores y transmisiones en AMG. Todos terminan de escuchar atentamente la presentación del presidente de AMG, Voker Mornhinweg, con un largo discurso enfocándose en su responsabilidad ecológica para el futuro.

Pero hay algo en este monólogo, una contracorriente de desafío, y no debemos doblegarnos ciegamente ante ese extraño espíritu ambientalista.
El gobierno inglés acaba de aumentar el impuesto a 720 USD en autos que emitan más de 225g/Km de CO2.
¿Qué piensa de eso Eichler? El amigable alemán golpea su puño contra la mesa. “Matan nuestro negocio”, dice furioso. “Es sólo una forma de cobrar impuestos a los ricos”. ¿El Mercedes SL65 representa lo máximo de la actuación de AMG? “Por el momento estamos al tope”, confirma. “Pero hay algo más en la línea de producción”.

El SL65 AMG Black Series es eso en la línea de producción. Imagínate que es AMG despidiéndose con un estruendo antes de que tu adrenalina se active con tecnología ligera y dinámica más fina en lugar de números cada vez más ridículos de Hp. Los alerones, cajuela y extravagante cofre están hechos a mano con fibra de carbón. El techo también está hecho de tejido negro pero como su hermano SLK Black Series, el techo duro descapotable es historia, reemplazado con uno más duro, menos bultoso y complementado con un roll bar, incluso se ve distinto, el vidrio trasero ahora cae en un ángulo reducido a la tapa de la cajuela.

Junto con un interior “desnudo” (aún está revestido con lujosa piel Nappa, Alcántara y fibra de carbón) y asientos ligeros. El Black Series SL65 bajó 226 kg, llegando a las básculas con un corpulento peso de 1870 kg.
Se ve fantástico, como un auto DTM desatado en las calles. Eso es principalmente gracias a las enormes salpicaderas. Más vale que midas tu cochera, esas extensiones del cuerpo hacen al Black Series 133mm más ancho que antes … casi del tamaño de un Murciélago.

La suspensión ajustable es 9mm más baja también, mientras que el spoiler delantero y difusor trasero lo harán un poco más difícil de acomodar en el estacionamiento. Aunque nunca se ha etiquetado al SL65 regular como corto de aliento es una máquina extraordinaria; un V12 biturbo de seis litros con 604 hp a tu disposición y un enorme torque de 737 lb/pie. Pero para algunos no basta, sobre todo los playboys millonarios que correrán por el Black Series. Así que el poder aumenta a 670 hp gracias al mejorado flujo de aire junto al motor, turbos más grandes que le hacen justicia al flujo adicional, y un escape con más libertad para respirar.

Hay un intercooler mucho más grande y con menos pérdida de presión en la entrada y salida del motor, mejorando la respuesta. Los turbos también son más fuertes, las cuchillas utilizan una pieza fundida de acero especial que es mucho más durable. Es un proceso muy caro y de bajo volumen.

Los grandes Mercedes se manejan bien y el SL regular no es la excepción. Pero el Black Series inclina más la balanza hacia asesinar circuitos rumbo al infierno opacando las imperfecciones secundarias. El eje delantero es 97mm más ancho y el trasero 85. Las llantas Dunlop delanteras son enormes 265/35R19, las traseras un sorprendente 325/30R20; sustanciosos frenos de cerámica se acomodan tras ellas.

La suspensión, también tomándose el tiempo para confeccionarse a mano, le da vida al Gran Turismo permitiendo la compresión y rebote, altura de manejo, inclinación de llantas e inclinación ajustable al gusto.
Se ha escuchado mucho de la transmisión inteligente de siete velocidades que se le acaba de poner al SL63, una unidad de cambios suaves reemplazando un medio derretido conversor de torque.

Así que es un poco desilusionante que el Black Series se quede con el conversor de torque de cinco velocidades automático que ya se encuentra en el SL65. Promete ser un gran espectáculo y las áreas masivas de desempates en Paul Ricard deberían minimizar cualquier incidente caro.
¿Tienes 450 mil dólares quemándote la cartera? Más vale que hagas el depósito rápidamente.


Fuente: Car Magazine México.


Video Mercedes AMG SL65 Black Series

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