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martes, 30 de septiembre de 2008

¿Cambios acelerados hacia electricos?

El principal factor que impulsa a los altos ejecutivos de los grupos más importantes de la industria automotriz mundial es confluir con lo que vendrá para lograr sostener sus negocios.

Toyota, Nissan, y Honda están dirigiendo sus energías a promover la producción de vehículos híbridos e incluso eléctricos en su totalidad. Otros piensan que la crisis del petróleo tocará fondo y que el motor de combustión interna, con un alto sentido de la eficiencia, seguirá siendo el centro de atención de la ingeniería en los siguientes años; a esto le apuestan General Motors, Ford y Chrysler, sin que ello signifique, por supuesto, no desarrollar sus mercados híbridos y eléctricos.

En Agosto pasado, Katsuaki Watanabe, presidente de Toyota, anunció cambio acelerados en su plan de fabricación de automotores para disminuir en 7% la producción de camionetas Pick-Up y las grandes familiares, y a pasar de un ajuste de ensamble de 10 millones de unidades en 2008 a un total de 9.7 millones para el año 2009 a nivel mundial.

En cambio, va a incrementar la manufactura de vehículos híbridos y eléctricos, sobre todo estos últimos con la presentación de su nuevo Prius el año entrante en Japón y EUA.
La respuesta de Honda no se ha hecho esperar y su auto Insight será el insignia en su carrera por el mercado de los autos, digamos, limpios.
John Campi, vicepresidente de compras globales de Chrysler LLC, durante su visita a México en julio pasado, dijo que él no sería tan escéptico sobre el futuro de los autos tradicionales de combustión interna. Eso sí, agregó hay que hacerlos mucho mas eficientes en el consumo ( de la energía generada por cada unidad, sólo se aprovecha el 25%), pero “yo no sería tan negativo en pensar que el alza al precio de la gasolina a 4 dólares el galón nos deba obligar a cambiar aceleradamente nuestros planes originales de producción de vehículos. El precio de la gasolina en Japón y Europa ha llegado a 11 dólares.”

Campi volvió a citar los clásicos del sector que pregonan que la alta demanda de acero en los nuevos países potencialmente productores de automóviles, como los que conforman el BRIC (Brasil, Rusia, India y China), está motivando una baja productiva en otras naciones como Estados Unidos y, ahora, Japón y Alemania, ante el aumento en el precio de los insumos. Esto es lo que señala Campi como “cambios sistémicos”.

Pero los planes de las japonesas que están apostando el futuro del automóvil al cambio progresivo hacia la electricidad, con 200 estaciones de recarga que serán instaladas por la empresa Tokio Electric Power.
Por su parte EUA y Canadá siguen el mismo camino, ya que ahora negocian un acuerdo con las empresas de autopartes para alcanzar precios menores en el suministro para las tres grandes de Detroit, GM, Ford, y Chrysler.

Sin embargo los planes de las tres naciones están eclipsados por la crisis económica que ha afectado a los principales centros de manufactura en el mundo.
El rescate financiero del gobierno estadounidense de las hipotecarias privadas Fannie Mae y Freddie Mac, con dinero público – calificado por los expertos como una casi nacionalización o el regreso a la rectoría del estado en la cuna del libre comercio –, se ha convertido en un llamado de la industria automotriz de Estados Unidos para que fluyan los “apoyos garantizados” al sector, los cuales deberán ubicarse entre los 25,000 y 50,000 millones de dólares y que el gobierno de Bush en pleno proceso electoral, estaría por entregar en diciembre.

Y en México se da una señal positiva a la industria al reunirse en septiembre pasado con el nuevo secretario de Economía, Gerardo Ruiz, a quien se le han planteado los retos de la producción: apoyar el desarrollo y la investigación tecnológica, incrementar la eficiencia de las empresas de autopartes de segundo y tercer niveles y favorecer al mercado interno, lo que podría propiciar que México alcance niveles de producción y ventas de mas de 3 millones de unidades al año en los próximos años.





Fuente: Car and Driver

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